Recuerdo, desde chico, mirar con fascinación un escenario que se repetía una y otra vez en películas y series. Un escenario caótico, pero divertido, que lo tenía todo. Bullicio. Luces. Tiendas. Música. Automóviles. Y gente, mucha gente. El lugar se llamaba Times Square, una esquina en la ciudad de Nueva York, y era el ícono…